Darwin había visto y grabado todos sus descubrimiento sin saber, ni siquiera reconocer, la imagen que representaban. Todo cobró sentido tras la vuelta del gran viaje, en el calor del hogar. Sin embargo, en el último momento de su interminable aventura vislumbró el atisbo de su pensamiento evolucionista…
Monstruos mentales notablemente diferentes pero impresionantemente similares.
